Mi rubia gaditana…

Apareció un día de febrero o marzo de 2011 renqueando con sus muletas por una calle de Sevilla donde nos habíamos citado, casi sin conocernos, casi sin haber hablado. Fue un encuentro breve, agradable, de descubrimiento, no muy profundo, no había tiempo…

El resto no lo recuerdo… ni me importa. No sé en qué momento la rubia gaditana se convirtió en alguien importante para mí. No sé en qué momento decidí compartir tiempos y espacios siempre que me fue posible. No sé en qué momento empezamos a ser un “dúo” más de la red, de nombre poco glamuroso pero muy creativo, y que lucimos con orgullo. No sé en qué momento consiguió con su conocimiento y cariño que me enamorara de su ciudad y de su gente…

Nos unen muchas cosas: la pasión por las palabras, por el ingenio, por la creatividad, por la honestidad y la coherencia. Nos une también la pasión por lo que hacemos profesionalmente, cada una en lo suyo, tan lejos, tan cerca… Y nos une sobre todo la pasión por vivir, sin medias tintas, sin lagunas, sin resquicios para los grises, casi en un ejercicio de todo o nada…

Nos separan otras cosas, pero sabemos dejarlas aisladas y disfrutar de las que nos unen sin que las otras perturben nuestro oasis de comunicación fluida, divertida, ingeniosa, íntima y personal…  Nos separan, sobre todo, muchos kilómetros, pero la distancia no es el olvido y lo mismo que nos unió, la red, nos mantiene unidas y cerca, a pesar de la distancia.

Hoy mi rubia gaditana cumple años. Seguro que luce preciosa, como siempre, radiante en sus múltiples facetas. La veo vestida de flamenca en la Feria a través de mi Instagram; la veo con su hamaca en la moto camino de la playa llevándome de paquete por las calles de Cádiz; la veo cantando en un karaoke en Alicante o a voz en grito en el coche mientras vamos hacia Cascais; la veo (o imagino) tuiteando una rueda de prensa desde mi escritorio de TweetDeck; la veo escribiendo sus magníficos posts, a propósito de algún caso, que enamoran a cualquier amante de las letras, de los sentimientos, de la música o de la profesión; la recuerdo haciendo preguntas imposibles en foros que nos regalan anécdotas para siempre; la veo compartiendo las bolitas azules sobre un mapa del iPad en Madrid… Pero sobre todo veo a mi amiga, sentada junto a mí en un sofá y hablando de lo divino y de lo humano, riendo hasta la lágrima y llorando hasta la risa, en esos pocos pero intensos momentos en los que confluyen las variables tiempo y espacio y podemos pasar algo de tiempo juntas.

Maifrién, mi rubia gaditana, de nombre entrañable… Mi querida Taite: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! ¡Va por ‘usté’!

(P.D.: No se me ocurre mejor manera de hacer algo especial que escribir este post en mi inactivo blog… Este es un post en construcción, pienso llenarlo de enlaces a momentos en cuanto tenga algo de tiempo: ¡palabra!)

Acerca de Mònica

Soy... Una mente inquieta, un cóctel explosivo de racionalidad y emocionalidad, una analfabeta funcional, una idealista utópica, una acérrima internauta, una amante del buen cine, los viajes, la buena mesa y los buenos amigos... Y un día decidí viajar tres semanas a San Francisco para mejorar mi inglés y desde allí nació el blog.
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3 respuestas a Mi rubia gaditana…

  1. Querida maifrien. Has dejado sin palabras a alguien que las usa a borbotones (ya confesé mi condición de verborréica) porque formar parte de este rinconcito tuyo y, por ende, de un rincón en tu vida, es un privilegio que agradezco a diario. Los azares y las redes nos unieron y tú has contado mucho mejor que yo cómo ha sido todo este tiempo. El cariño que expresas en cada una de tus palabras, la admiración, y la sensación de compartir tanto, es recíproca. No tengo palabras, insisto, para agradecerte este regalo.

  2. manyez dijo:

    Y desde fuera, todos los que os queremos, sonreímos 🙂
    «Mucho mas, allá de mi ventana
    Algodones jugaban a ser un jardín,
    En espera de abril.»

    🙂

  3. Mònica dijo:

    Aunque sea en un cachito pequeñito, el de la bolita azul por las calles de Madrid, las confidencias de unos sofás en Cádiz o lo que queráis las dos…. abrazotes fuertes, fuertes. Y por cierto Mónica, olé al post, emociones fuertessssss !!!!! A veure si l’albanta s’anima i ens regala un post de tant en tant 🙂

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